Un pescador que faenaba este domingo 11cerca de Cala Taballera en Cap de creus ha capturado en su red de manera fortuita un tiburón zorro de grandes dimensiones.
Este tipo de tiburón y en concreto la especie Alopias vulpinus, es un pez pelágico de grandes profundidades por lo que es difícil de observar. La longitud máxima de esta especie es de 5 metros (normálmente entre 3 y 4) y el peso máximo es de hasta 360 kilos. Su extraordinaria cola mide casi tanto como el resto de su cuerpo. La parte inferior de la cola es pequeño, pero el superior es muy largo, arqueado y termina en punta. Se alimenta en solitario o en grupo de bancos de peces. Usa la cola como látigo que sacude de un lado a otro, incluso cuando nada cerca de la superfice, a veces derriba con la cola aves marinas que vuelan bajo. La hembra pare hasta 4 crías de una sola vez, produce más embriones, pero algunas crías se comen a las otras cuando todavía están dentro de la madres.
Este tiburón es una de las especies que vive en el Mediterráneo, pero la reducción constante de su población hace que se considere en peligro de extinción en estas aguas. En los últimos 15 años se ha eliminado el 80% de la población mundial.
Investigadores de la facultad de veterinaria de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) con la colaboración de expertos de la Universitat de Barcelona (UB) han llevado a cabo en las instalaciones de la facultad de veterinaria en Bellaterra la necropsia del ejemplar. Los primeros datos del estudio realizado indican que se trata de una hembra adulta de 4,70 metros de longitud y 220 kilos de peso. No muestra evidencias de enfermedad aparente que pudiera explicar un comportamiento anómalo o un acercamiento a tierra derivado de una desorientación. A falta de una exploración microscópica, la hipótesis que se mantiene es que el tiburón muerto habrías perseguido hasta cerca de la costa algunos bancos de peces de las especies que depreda, como sardinas o anchoas, abundantes en las costas del Alt Empordà. En este acercamiento el tiburón habría quedado atrapado en las redes del pescador que lo localizó ya muerto.